Calvin Lamothe
El sistema de transporte público en Madrid mola mucho más que cualquier otro que conozco, aunque hay días en que me pregunto por qué todavía no han inventado el teletransporte – especialmente cuando voy a la Carlos III en Cercanías, un viaje que dura más o menos una hora. Siendo de un pueblo pequeño sin transporte público, y estudiando en Vassar, donde puedo levantarme quince minutos antes de clase sin problema, no estaba acostumbrado a viajar diariamente a la universidad, y no anticipé la necesidad de entretenerme durante esos viajes. Cuando la red de datos me falla en el mundo subterráneo y no puedo leer noticias en mi móvil, he aprendido a depender de la magia de los libros. Por suerte, traje a España mi copia del séptimo libro de la serie de Harry Potter en español (un regalo de mi abuelo), pero en una semana lo había terminado. También por suerte Madrid está lleno de librerías fenomenales.
Las librerías de Madrid son un recurso muy útil para estudiantes extranjeros. Leer en el tren es entretenido, sí, pero leer en español tiene el doble valor de entretener y enseñar. He visto muchas de las palabras de vocabulario de nuestra asignatura de lengua española en los libros que he leído, y he aprendido muchas otras. Las librerías a las que he ido siempre disponen de una buena mezcla de libros traducidos del inglés, si quieres algo familiar, y obras españolas, si quieres algo un pelín más estimulante. También he encontrado que todos los empleados son majísimos, y siempre son interesantes sus recomendaciones. Aunque no he ido a todas las librerías que he visto por la calle (es una manía que intento controlar un poco), una imprescindible es Cervantes y Compañía (metro Noviciado), que además de lo normal tiene una colección encantadora de libros juveniles (en español y bilingües) para los jóvenes estudiantes de español, y novelas gráficas para gente de cualquier edad. Otra librería, para los que necesitan un poco de gatoterapia con sus lecturas: Libros para un Mundo Mejor (metro Tribunal), cuyo gato negro es el rey de la tienda. Además, varios eventos (como lecturas de poesía) tienen lugar allí. Tipos Infames (metro Tribunal) combina dos de mis cosas favoritas (libros y vino) en una tienda. Para comprarte algo para leer en el tren, o simplemente para ojear, tomarte un vaso de vino, o jugar con un gato, no hay más que ir a una librería.