Por William Gannon

         Cuando llegué a Madrid en los últimos días de enero, no sabía casi nada del fútbol. Conozco el fútbol americano, pero obviamente no sería muy útil en España para hablar con la gente local. Así que, empecé a buscar otros métodos para conversar con españoles.

            Después de algunas semanas fui al Rastro con algunos amigos. Aunque al empezar el día no lo sabía, ese sería elmomento en el que descubriría la importancia del fútbol en la cultura española. Fuimos a una tienda de camisetas de fútbol y empezamos a hablar con el dueño. Era muy simpático y me ayudó para enseñarme qué camisetas eran de España, Inglaterra, equipos locales, etc. Por eso, me di cuenta de que el fútbol y la habilidad de hablar sobre ello en español podría ayudarte a hablar con una gran variedad de personas. En los días y semanas siguientes, pregunté a mi familia anfitriona, mis amigos españoles, mis profesores, y cualquier otra persona que pude para aprender más sobre el fútbol y para conectarme con la cultura española.

En abril mi amigo Auggie y yo compramos entradas para un partido del Atleti contra el Dortmund. Antes de llegar, aprendimos la cultura de los aficionados, sus varios cánticos que decían durante el partido, y la mejor manera de apoyar al Atleti. Fue una experiencia inolvidable. Después de que saliéramos del metro, encontramos inmediatamente a un gran público andando al estadio cantando el hímno del Atleti. Aunque fue el primer partido de fútbol que asistía, me sentí como si fuera parte de la hinchada por toda mi vida, y ahora pude entender la importancia del fútbol en la sociedad española. Fuera del estadio, vimos docenas de grupos charlando, tomando bebidas, cantando, y saludando a sus amigos o familiares; fue casi una gran fiesta. Hay pocos eventos que lo parezcan en los Estados Unidos. En el centro de toda esta euforia, de repente nos encontramos a Víctor, nuestro monitor del programa. Conocimos a sus amigos, y él nos explicó la mejor puerta de entrada, las varias tradiciones que iban a ocurrir antes del partido, y la fuerza de la rivalidad entre el Atleti y el Real Madrid.

Sus consejos fueron súper útiles. Disfrutamos del partido y hablamos con nuestros vecinos en la fila. Por la derecha, hubo una familia de seis personas, quienes nos explicaron la historia del jugador Álvaro Morata, y por qué a veces recibía abucheos y pitadas por los aficionados. Por la izquierda, hubo una pareja de la tercera edad que me contaron historias de partidos que habían asistido muchos años antes. Sin la sabiduría o interés en el fútbol, no podría tener experiencias como estas. Por eso, os recomiendo que aprendáis o participéis en la cultura del fútbol en España. Os servirá bien y abrirá muchas puertas para que podáis hablar o conocer nueva gente española. En caso de que no os guste el fútbol, debéis buscar otra parte de la cultura española que podéis usar para interactuar con españoles: el baile, la gastronomía o el arte son ejemplos. Hay muchas partes de la cultura que se pueden explorar. Para mí, el fútbol fue una parte muy importante.