Por Julia Dima

Madrid es una ciudad con muchas actividades y me divertí mucho explorando con mis nuevos amigos del programa. Pero nadie va a tener un horario exactamente como el tuyo, entonces es inevitable que pases tiempo solo. Antes de llegar a Madrid tenía mucha ansiedad por estar sola en público. Quería utilizar mi experiencia aquí para aprovechar el turismo en solitario, porque todos dicen que estudiar en el extranjero es una oportunidad que te hará más independiente. 

Mi primer día libre sabía que no quería quedarme en casa, pero no quería agobiarme tampoco. Entonces decidí pasear por mi barrio, Malasaña. Caminé por las calles y entré en algunas tiendas de segunda mano. Después fui a un restaurante para almorzar. En el pasado no me gustaba comer en restaurantes sola, pero esta vez me sentí cómoda. Incluso tuve una buena conversación con el camarero, en la que practiqué mi español coloquial. Afuera del restaurante, había un mercado en la calle con varias antigüedades y artesanía. Paré allí para mirar a la joyería y antes de regresar a casa fui a la panadería para probar un postre auténtico. Era mi primera vez en la ciudad sola y ya había hecho cuatro actividades. 

Con la progresión del semestre, empezaba a sentirme más relajada en mis paseos en solitario, o sea visitaba otros barrios. Una aventura particularmente memorable fue cuando dediqué un día a explorar el Barrio de las Letras. Había escuchado que el barrio era muy interesante, y al día siguiente me encontré en el metro, viajando allí. Leí las inscripciones en las calles cuando caminé para enriquecerme de la historia y cultura. Es imposible visitar este barrio sin visitar una librería, entonces entré en una y elegí un libro. Durante las próximas semanas, el clima mejoró y hizo mucho sol. Leí mi nuevo libro en diferentes parques y plazas para enriquecerme en los espacios al aire libre en Madrid. En efecto, una aventura sola llevó a muchas otras. 

Cuando se acercaba el final de mi estancia en Madrid, decidí ir al cine sola. Nunca había hecho esto en toda mi vida, pero una película me interesó y quería la experiencia de hacer algo cultural por mí misma. Este acto sirve como un testamento de mi crecimiento personal que experimenté durante mi tiempo en Madrid. Antes de llegar, me puse muy nerviosa por estar sola en ambientes desconocidos. Y por supuesto, vas a conocer a las personas en tu programa y experimentar nuevos restaurantes, actividades culturales, y festividades con ellos. Pero ahora creo que algunas veces, debes explorar solo porque es muy gratificante. 

Si quieres disfrutar de pasar tiempo solo cuando estás en Madrid, tengo algunos consejos:

1. Recomiendo que aprendas sobre el barrio en que se coloca tu casa anfitriona. Te sentirías mucho más cómodo si sabes que está cerca. También, aunque haya otros estudiantes del programa en tu área, puedes tratarlo como tu propio mundo pequeño.
2. Después, recomiendo encontrar algo que te interesa en los Estados Unidos y explóralo en Madrid. Me gusta leer, entonces me fascinó el Barrio de las Letras para su selección de librerías.
3. Y finalmente, cuando te acostumbres, tratas de hacer algo completamente nuevo. Es una buena experiencia de la que no te vas a arrepentir.