Por Kaya Waltzer
Antes de venir a Madrid, y durante nuestra orientación en Santiago, me sentí muy tímida y nerviosa por mi habilidad de expresarme. Realmente quería mejorar mi español, pero a menudo me sentía avergonzada de mi acento, u olvidaba una palabra o conjugación. Reflexionando sobre mi tiempo en Madrid, me he sentido mucho más cómoda hablando en español. Todavía estoy lejos de ser perfecta pero no dejo que el miedo a cometer un error me impida intentar decir lo que quiero decir. Creo que una de las experiencias que más me ayudó fue trabajar y jugar con niños durante todo el semestre.
Siempre me ha gustado pasar tiempo con los niños, como niñera, monitora de campamento, y tutora. Sin embargo, en estas experiencias pasadas no me había dado cuenta de que trabajar con niños es una herramienta muy poderosa para practicar mi español.
Descubrí esto por primera vez cuando estaba jugando con mi hermano anfitrión, Yago. Yago tiene 8 años, y le encantan los Legos, los coches, y Ninjago. Gracias a mi propio hermano, supe un poco sobre estos intereses de Yago, lo que me ayudó a establecer una conexión con él. Al principio, era muy tímido. Sin embargo, empezamos a jugar con Legos, y esto cambió mucho nuestra relación.
Después de la cena, y los fines de semana, a menudo construíamos nuevos Legos o jugábamos con los que ya habíamos montado. He aprendido que esta es una forma muy útil de practicar mi español. Por ejemplo, hemos montado un kit de camiones de bomberos. ¿Qué es esto?” me preguntaba, levantando una pieza, y Yago me contaba. Aprendí las palabras, “manguera,” “sirena,” “llama,” “quemar,” y muchas más. Además, cuando aprendo palabras nuevas en español, Yago me pregunta qué es en inglés, así que ambos podemos aprender.
Tuve la suerte de tener un hermano anfitrión, pero eso no es un requisito para tener interacciones como esta con niños españoles. Hay muchas otras opciones para practicar. Por ejemplo, recomiendo ser voluntario con niños.
Este semestre, he hecho un voluntariado en un grupo llamado “Redsistencia” en el Soviet de Getafe como tutora de inglés una vez por semana. Trabajé con Víctor, un niño de 10 años de una familia inmigrante de Ecuador, que vive cerca de nuestra universidad. Pasé el tiempo en nuestras sesiones ayudándolo con sus deberes, o jugando juegos en inglés. Le encanta dibujar, así que jugamos “Pictionary” mucho, con adivinanzas en inglés. También jugamos un montón de juegos de categoría, en los que elegíamos una categoría, como la comida, y luego lanzábamos una pelota de ida y vuelta. Cuando alguien lanzaba la pelota, tenían que decir una palabra en inglés en esa categoría. Cuando él no sabía una palabra, me preguntaba y esta era una manera muy divertida para ambos de aprender mucho, porque al explicar las nuevas palabras para Víctor, podía practicar y pensar en sinónimos y definiciones. Esta situación es perfecta, porque no necesito tener vergüenza de mis errores en español, porque Víctor tenía la misma timidez en su inglés. Ninguno de ambos juzgaba al otro, y sentía que estaba aprendiendo tanto de mis sesiones con él como esperaba que él aprendiera de mí.
Cuando Víctor no sabía una palabra, me preguntaba y esta era una manera muy divertida para ambos de aprender, porque al explicarle las nuevas palabras, podía practicar y pensar en sinónimos y definiciones. Esta situación es perfecta, porque no sentía vergüenza de mis errores en español, ya que Víctor también era tímido con su inglés. Ninguno de los dos juzgaba al otro y sentía que estaba aprendiendo tanto de mis sesiones con él como esperaba que él aprendiera de mí.
Un problema que muchos de nosotros de Wesleyan y Vassar experimentamos es que es difícil hacer amigos españoles a través de la universidad, lo que significa que es difícil conseguir esa práctica informal fuera de la familia anfitriona. El voluntariado con niños (y el voluntariado en general) es otra manera en la que puedes hacer esto. Para cualquiera que busque más conversación con hablantes nativos de español, o simplemente una experiencia divertida de inmersión cultural, ¡habla con los niños!

