Por Olivia Rosas
Antes de venir a Madrid, siempre había sido el tipo de persona de las que nunca necesitaba mucho tiempo y espacio para mí misma. Mi energía siempre fue mejor con otras personas y nunca quise perderme un evento divertido o nuevo. Si estás leyendo esto y piensas que eres similar, las cosas pueden cambiar cuando viajes al extranjero, pero no de mala manera, solo de manera diferente. Una sugerencia que les daría a todos es tener un día de la semana en el que terminen las clases temprano o no tengan ninguna clase. Para mí, este día era el jueves ya que no tenía clases y por eso dediqué el día a sentirme independiente y centrada. Cada jueves decidí ir a un lugar nuevo en Madrid, ya fuera un restaurante, un parque, un museo o simplemente una zona nueva. Al principio fue desalentador porque no sabía por dónde empezar, pero se volvió agradable ir a lugares nuevos.
La clave de estas visitas es: ¡hacerlas solos! Aunque, una razón por la que mi experiencia en Madrid fue tan increíble fue gracias a las personas en el programa, también fue necesario pasar tiempo de calidad a solas durante estos tres meses. Darte la oportunidad de explorar una nueva parte de Madrid durante un día entero te ayuda a crecer, a restaurar tu energía y a tener tiempo para procesar la nueva vida que tienes. A veces incluso ponía mi teléfono en modo avión para estar más presente en mis caminatas. El día que recuerdo con más cariño de todos mis jueves fue a principios de septiembre. Busqué los parques más famosos de Madrid y encontré uno que se veía hermoso. El parque se llama “Parque Madrid Río” y estaba un poco lejos de donde vivía en el barrio de Salamanca, pero me encantó ese día!!! Escribí en un diario una entrada en español, tomé muchas fotografías y pasé mucho tiempo escuchando música. Después de todo esto encontré un restaurante puertorriqueño para comer (porque sentía nostalgia). El restaurante se llama “El Casal de Pepa” y tenía todo lo que me faltaba desde casa. Pedí bacalaitos (una fritura de sartén de bacalao en salazón), mofongo (plato hecho a base de plátanos verdes), arroz blanco con habichuelas guisadas y pechuga de pollo a la brasa con ajo y perejil. Me sentí muy feliz de encontrar un lugar en Madrid que me hacía sentir como en casa. Ese día pude ver y descubrir tranquilamente y a mi ritmo tantos rincones diferentes y bonitos de Madrid.

Frente al cartel de Madrid en Parque Madrid Río

El menú de El Casal de Pepa
Puede parecer evidente cuidar de ti mismo en una ciudad nueva, pero los viajes, los nuevos amigos y el trabajo pueden ser una gran distracción. En un lugar tan grande y lleno de cosas nuevas, asegúrate de tomarte el tiempo para procesar, sanar y disfrutar plenamente. ¡Disfruta de tu tiempo explorando!

