Por Evan Rosenberg
Al vivir en Madrid, llegué a conocer bien su cultura y sus sitios. Pero en mi tiempo aquí, me di cuenta de algo que no esperaba: una cosa es conocer por sí mismo un lugar, pero otra es compartir esta experiencia con otras personas. Cuando estudias en Madrid, es muy probable que tu familia y tus amigos aprovechen para visitarte, pero aquí está el problema: ¿cómo compartes con otras personas esa familiaridad con un lugar? Para hacerlo, hay que pensar en qué hace único a ese lugar. Para entender completamente una ciudad, primero hay que vivir en ella. Cuando eso no es posible, me encuentro pensando en qué sitios yo pienso que recordaré años después de haberme ido de Madrid.
Cuando pienso en Madrid, pienso en los bocadillos de calamares en la Plaza Mayor; preparados rápidamente. En las noches de los fines de semana vas en cola esperando un bocadillo. El favorito de mi padre y yo es Bar La Campana en la esquina sureste de la plaza. Mi padre encontró este sitio hace siete años en nuestra última visita a madrid. Aquí se come el bocadillo de calamares madrileño típico, y por un buen precio.
Mi padre y yo comiendo bocadillos de calamares en Bar La Campaña
Llevé a mis padres a El Escorial, donde, en los pueblos a las afueras de Madrid se puede encontrar arte y arquitectura estupendos. Con mis amigos que me visitaron de París, hicimos un picnic en El Retiro, en el que comimos tortilla de patatas, jamón, y queso manchego, y bebimos vino tinto de España. Con mis huéspedes comimos bagels en Chamberí, caminamos por Gran Vía y la calle de Atocha. En el restaurante La Sanabresa, se encuentran menús españoles baratos y sabrosos.
Gran parte de la perspectiva turística consiste en buscar la cultura española tradicional: las tapas, el flamenco y, claro, los museos. Mientras estos aspectos forman una parte integral de la experiencia de un sitio, una ciudad grande como Madrid es una mezcla de muchísimas culturas. Como tal, yo estaba emocionado de mostrar a mis amigos y familia unos sitios asiáticos que encontré, los cuales van a permanecer en mi memoria. A mis padres y a mí nos encantaron los pinchitos y platos de pescado en Tan kao ju en la calle de Atocha, y a mis amigos y a mí el mochi en Wagashi en Moncloa.
Un plato de pescado en Tan kao ju
Si, fue importante mostrarles los sitios famosos, pero casi igual de importante fue comer y caminar por los barrios pequeños y vivir con gente local. Haber vivido en Madrid te da un conocimiento íntimo de la ciudad que puede ofrecer a tu familia y amigos una visita inolvidable.
Bar La Campana: https://g.co/kgs/KErfkzq
La Sanabresa: https://g.co/kgs/gkfDAuE
Wagashi Utatane: https://g.co/kgs/LG1mTAK

