Por Nat Welsh
El aspecto de Madrid que más me emoción y me motivó a venir fue la comida.
Vivo en una casa que valora la comida por encima de muchas otras cosas. Mi padre y yo cocinamos juntos casi todos los días y constantemente compramos nuevos libros de recetas para probar. Una de las lecciones más importantes sobre la comida que mi papá me enseñó desde el primer día es que la comida es una buena herramienta para explorar otras culturas. En mi casa, tenemos recetas de todas partes: Shanghái, Zimbabwe y muchas más. Cada vez que cocinamos comida de una región nueva, necesitamos comprar ingredientes especiales e ir a tiendas especializadas. Es por esto que, al venir un semestre a Madrid, me entusiasmaba la idea de utilizar la comida como herramienta para explorar yconocer esta cultura.
Sin embargo, cuando llegué a Madrid estaba atascada. Mi madre anfitriona no cocinaba muchos de mis platos regionales favoritos y todos los restaurantes eran muy caros. Así que empecé a almorzar en lugares más baratos que estaban buenos, pero cuya comida era muy similar a la que podía comer en casa. Estos restaurantes no me permitían explorar la cultura de Madrid y usar la comida como herramienta. Sin embargo, esta rutina terminó cuando descubrí la existencia del “menú del día”. Un menú del día es una carta especial que ofrecen muchos restaurantes en Madrid. Estas cartas muchas veces incluyen un entrante, plato principal, postre y bebida. La mayoría de los restaurantes los sirven de lunes a viernes entre las 13:00 y las 15:00 o 16:30. ¡Lo más interesante del menú del día es el precio! Toda esa comida, normalmente sólo cuesta entre 12 y 15 euros en lugares donde un almuerzo sin menú habría costado entre 20 y 35 euros.
Estaba muy sorprendida que algo así pudiera existir y salí al día siguiente a probarlo.
Mi primera parada en el viaje fue Bodegas el Maño. Bodegas el Maño es un restaurante clásico español en el barrio de Malasaña que tiene el interiory el ambiente que todos imaginamos y buscamos en los restaurantes españoles. Hay una hermosa barra, asientos en la encimera, un estuche de tapas y platos con el nombre del restaurante. Cada día aproximadamente a las 12:30 los trabajadores escriben en la ventana el menú del día. Generalmente hay dos opciones para cada plato y consiste en un entrante,plato principal, postre y bebida por 15 euros. Pedí un plato enorme de guiso, un bol de pan, una porción grande de pollo con patatas fritas y pimientos del padrón, un flan y una copa de vino con aceitunas. Fue absolutamente increíble. Aquí debajo puedes ver una foto de esta delicia. Comer toda esta comida regional a este precio hubiera sido mucho más difícil, pero con el menú del día podría probar muchas comidas diferentes a un precio razonable y en un lugar tan típico de España.

Después de esta experiencia me decidí a probar todos los menús del día de Madrid que pude.
Tuve la suerte de no tener clases los martes y dediqué este día de cada semana a probar un nuevo menú del día. Cada martes probaba uno diferente. También empecé a llevar mi propio almuerzo los días que tenía clases para tener más dinero para explorarla gastronomía en mi día libre.
Algunos de mis menús del día favoritos fueron Bodegas el Maño, Casa Dani, y Banibanoo.
Entiendo que podría intimidar comer una comida de varios platos, pero cuando la cena no es hasta las 22:00, ¡vale la pena comer tantos platos como puedas a las 14:00! De esta manera, el menú del día también ayudó a mi cuerpo a adaptarse al horario español de comer.
El menú del día también me proporcionó varias reflexiones mentales y sociales. No estoy acostumbrada a asentarme 40 minutos para comer. La cantidad de tiempo tan larga que dejan entre platos me permitió entrar en un estado meditativo en relación con la comida. No miré mi teléfono o computadora, sino que simplemente me concentré en lo que comía. Comencé a encontrar sabores y texturas que antes no había descubierto. También pudedisfrutar de la comida sin distracciones de trabajo o de las redes sociales. Además, también me suponía un reto personal sentarme sola a comer. Nunca antes me había sentado sola en un restaurante en una ciudad extranjera. Por supuesto, al principio la experiencia fue intimidante. Quería sacar mi teléfono para que pareciera que estaba haciendo algo. Sin embargo, al final de mi estancia en Madrid me contenté con estar sola e incluso tuveconversaciones con los camareros muchas veces.

Recomiendo mucho el menú del día no sólo como una forma económica de comer y explorar la cultura de Madrid sino también como un ejercicio mental y social. El menú del día me permitió probar muchos platos regionales favoritos a precios asequibles, como ricos guisos, pescado, y pasteles deliciosos.
Me sentí completamente inmersa en la cultura madrileña mientras me sentaba en estos hermosos restaurantes a comer la comida por la que eran conocidos. Además, el menú del día me permitió aumentar mi capacidad para saborear la comida y a superar el miedo social de comer sola.
Mi menú del día favorito: Bodegas el Maño
Los mejores barrios para comer un menú del día: La Latina y Malasaña
Cuando puedes comer un menú del día: L-J 13:00-15:30/16:00

