Ser Asidu@

Por Adam Pepper

Usa las dietas del programa y ve a hacer amigos; yo te aconsejo: ¡sé Asidu@!

Ser un/a asidu@ quiere decir volver a un sitio regularmente y conocer la gente que trabaja allá. Puede ser una gran fuente de satisfacción tener interacciones frecuentes con el personal de sus sitios habituales. En mi blog describiré los tipos de relaciones que he hecho en algunos de mis sitios favoritos y que han contribuido en gran parte a mi disfrute de Madrid. Estos sitios, donde puedes comer algo o tomar una copa barata, seguramente no sean los lugares que más extrañarás de Madrid, pero las amistades con el personal seguro que sí. Mis lugares no deberían ser los tuyos, pero el tipo de interacción que he tenido será útil para imaginarte viviendo aquí en Madrid. ¡Lea hasta el final para obtener las mejores sugerencias!

Como regla general, cuanto mayor sea la capacidad de un restaurante y la cantidad de personal, más difícil será hacerse notar y empezar a ser tratado como un asidu@. Aunque no es imposible. Incluso en un restaurante de gran volumen como En el 100 Montaditos en La Latina, si eres frecuente y lo suficientemente raro, se acordarán de ti. Cada vez que iba allí pedía una jarra de cerveza “sin lavarlo”. Lo hago porque uno de nuestros monitores nos dijo que guardan las jarras en un congelador para que el vaso mantenga frío, pero si les dices que no lo laven deja unos cristales de hielo maravillosos que mantienen la cerveza aún más fría. Como siempre hacía esta petición tan específica, el camarero de detrás de la barra empezó a reconocerme; y ahora siempre que voy me señala y dice “¡ayyy! Sin lavarlo… ¿Cuantas jarras?“. No es mucho, pero me hace feliz y Dios sabe que voy a extrañar esas jarras heladas.

Kiri en 100 Montaditos

Otro sitio en donde puedes sentirte como asidu@ es la tienda de Alimentación cerca a tu casa. Les presento al absoluto G.O.A.T. Abul, que trabaja en la Alimentación de C. De La Puebla y C. Del Barco. Este tío anuncia “California” cada vez que entro en su tienda porque le dije una vez que es de donde soy. Aunque hay otras alimentaciones cerca de la de Él, siempre elijo apoyar a Abul porque siempre me pregunta cómo me ha ido la noche, y de vez en cuando me regala chicles. 

Pero lo mejor de Abul es que es muy abierto sobre cómo es ser inmigrante en España. A veces voy por un Aquarius rapidito y me quedo escuchándole mientras me lo bebo, y me cuenta sobre algo específico, pero que a la vez se relaciona con el mundo globalizado. Una vez me contó la historia de su edificio, en donde vive mayormente gente de Bangladesh, y dijo algo así como: “es fácil ver lo dura que puede ser la vida para inmigrantes cuando estamos separados, pero la comunidad que tenemos hace que valga la pena”. Básicamente, cuando se mudó, él conocía a muy poca gente, pero gracias a la comunidad de vecinos no sólo pudo hacer amigos, sino que esto también ayudó a que su familia y amigos de Bangladesh vinieran a juntarse con él en España. Ahora que sé tanto de Abul, y él de mí, ha dejado de llamarme California y ahora sólo me llama Adam.

Otro amigo mío es Sujel, que trabaja en el Doner Kebab y Pollo Asado, en la Calle St. Isabel, junto al metro de Antón Martín. Sujel hace la salsa más picante de todo Madrid, lo juro. Si le pides SUPERPICANTE te lo dará. Por lo picante que es esta salsa, si parece que te gusta de manera masoquista, inevitablemente tendrás que explicarle tus gustos a Sujel. Es un tío bastante divertido y peculiar, pero de lo más tranquilito. Y le gusta una buena charla, por eso siempre cuando estoy por la zona de Antón Martín paso a saludar a Sujel.

Las dos últimas entradas de esta lista son los lugares que hicieron que mi tiempo en Madrid fuera como fue.

Primero, La Esperanza, en Antón Martin; donde la camarera siempre encuentra mesa a los asiduos y a veces rechaza a los turistas. El truco de este lugar es presentarse al personal desde el principio, porque el nivel de amabilidad que nos mostraron a mí y a mis amig@s cuando nos interesamos por la vida del personal fue realmente fuera de este mundo. Este fue en realidad el bar que me inspiró a hablar de esto en mi entrada del blog. Pero no creo que fuera algo específico de este bar, sino que este sitio era conveniente para mí y mis amigos. Si vas a un sitio todas las semanas para “Wine Wednesday” y no hablas demasiado alto, el personal al final llegará a amarte. Creo que el elemento de una reunión semanal fue realmente muy importante para hacer que este lugar se sintiera realmente como un hogar fuera de casa.

Y por favor, por el amor de Dios, ve a El Rincón de Juan. Está sólo 5 minutos del campus de Getafe, y la comida es fantástica. Prueba todos los Kafans que puedas, prueba el aceite de chile, el huevo con tomate… todo es lo más. Y al final, cuando vayas todos los días de la semana, como hice yo, te harás amig@ de las camareras. No seas tímid@, aunque pueden ser un poco intensas, les gusta que te tomes libertades: que te levantes y tomes los cubiertos, que vayas a por la salsa picante, que tomes los palillos chinos, que abras el refri y tomes algo para beber… Cuando entres, prepárate para conocer al señor, él te indicará que vayas arriba (sin palabras, solo gruñidos) donde están las camareras y las mesas; otra opción es sentarte fuera en su patio cubierto. No te olvides de preguntar cuál es el especial del día, y si no es para ti, elige un Kafan y tendrás listo el almuerzo más maravilloso de Getafe. Aparte de la calidad de la comida, lo mejor de este lugar es el ambiente relajado que da el personal. Es como ir a casa de tu tía a comer comida casera.

A mí me encanta ir a probar sitios nuevos y ver partes nuevas de la ciudad, esa es la idea de estar viviendo y estudiando aquí en Madrid; pero las caras y charlas que recordaré de mi tiempo estudiando en el extranjero son las que conocí siendo asiduo. 

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