El acceso a la atención médica en Madrid: ¡no tengas miedo!

Clarissa Hyde (mayo 2022)

Como alguien propensa a problemas intermitentes de salud, me sentía ansiosa por viajar a un país extranjero sin acceso a mis médicos. Me preocupaba que mi falta inicial de competencia en español y un sistema de salud nuevo haría extremadamente difícil acceder a la atención médica.

No podría haber estado más equivocada. Después de un mes en España, desarrollé tinnitus o un zumbido en mis oídos. Realmente quería visitar un otorrino para investigar lo que podría estar causando el tinnitus, pero no tenía ni idea de cómo pedir una cita y estaba segura de que el proceso podría ser complicado, como a menudo lo es en los Estados Unidos. Después de esperar a ver si el problema se resolvería por su cuenta, le pareció a mi madre anfitriona que yo estaba estresada y me preguntó por qué. Le expliqué mi problema y estaba tan confundida en cuanto a por qué me sentí estresada porque pedir una cita médica en España es increíblemente fácil. Ella llamó a una clínica local, el Centro Médico Maestranza en Pacifico, con manos libres de modo que pude escuchar lo fácil que sería pedir una cita. Ella fijó una cita con otorrino en tres días, significativamente menos tiempo de lo que pensé que llevaría. La cita también salió gratis porque pude usar mi tarjeta de seguro de Adeslas que todos los estudiantes reciben al principio del programa.

Cuando llegué a la clínica, a sólo diez minutos a pie de mi apartamento, el proceso de inscripción fue igual de sencillo. Todo lo que tuve que hacer fue enseñarles a la recepcionista mi tarjeta de seguro y rápidamente metió mi información en un ordenador y me dijó a qué habitación ir. No tuve que esperar más de veinte minutos antes de que un médico muy amable me llamara a su oficina para examinar mis oídos. Pude comunicarme mucho mejor de lo que pensaba. Le hice preguntas y le conté mis síntomas. Fue un uso de mis habilidades en español que jamás había anticipado que necesitaría. Después del control, él me dio una receta que podía llevar a cualquier farmacia. Tenía que volver a la clínica para ver a un médico de cabecera y a un oftalmólogo y además para recibir una resonancia magnética. Cada una de estas citas salieron gratis con mi tarjeta de seguro y pude ir a la clínica menos de una semana después de llamar para hacer las citas.

La experiencia de atención médica obviamente no es como la experiencia de un museo o un plato rico. Sin embargo, era una lente para observar las vidas cotidianas de los madrileños. En la sala de espera, vi familias, gente sola y gente joven y mayor que habían llegado a la clínica para recibir ayuda de todo tipo de médico, por ejemplo de un ginecólogo o un otorrino, como yo. Aunque me sentía incómoda a causa de mis oídos, al mismo tiempo, sentía que pertenecía a mi nueva comunidad en Madrid.

Experimentar una atención médica accesible y asequible fue una experiencia cultural que no esperaba tener. Sin embargo, comprender mis habilidades para comunicar síntomas, hacer preguntas y recibir ayuda médica en español me permitió ganar confianza en mis habilidades para hablar. Además, aunque mi confianza en el español mejoró, también aprendí el valor de utilizar mis recursos y pedir ayuda. Algunos recursos excelentes son los coordinadores del programa y tus padres anfitriones. Nunca olvides que están allí para que les puedas pedir ayuda.

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