La calle del León: un microcosmos en el barrio de Cervantes y Lope de Vega

Elena Klein

Has quedado en Sol con unos amigos, porque Sol es el punto de encuentro más fácil para todos. No puedes ver más que tiendas de empresas internacionales y multitudes de turistas. Quieres una noche divertida, pero no salir de marcha. ¿Qué debes hacer? A cinco minutos de ti, hay una calle con un poco de todo: la calle del León.

La calle del León está ubicada en el Barrio de Las Letras, que tiene una de las historias más impresionantes de todos los barrios de Madrid. Va desde la calle del Prado hasta la calle de Atocha, cruzando la calle de las Huertas, una calle famosa para ir de fiesta (por si cambias de idea después de tomar unas copas). Cervantes vivió en dos casas de la calle del León y escribió Don Quijote de la Mancha allí. El barrio entero está lleno de historia literaria, de ahí su nombre. La verdad es que todo el barrio merece tu visita, pero la calle del León merece su propia visita para cenar, beber e ir de compras. Quizás fuera la calle más guay de Madrid en el Siglo de Oro y, a mi parecer, todavía mola. Si vienes de Sol, empieza en el cruce de la calle del León con la calle (no paseo) del Prado.

Aunque sólo has caminado cinco minutos del caos de Sol, enseguida vas a notar la diferencia en el ambiente. No hay muchos turistas y la mayoría de la gente tiene entre 27 y 50 años. Como en muchas calles de Madrid, hay una mezcla equilibrada de bares, restaurantes y tiendas. Pero a diferencia de otras calles de moda, la calle del León no parece tan exclusiva o pretenciosa. Hay minimercados de frutos secos y alimentación, lavanderías y tabernas viejas, todo muy barato. Lo nuevo se encuentra con lo viejo: mientras pasas por un restaurante moderno de sushi, también ves una zapatería ortopédica modesta al lado de la casa de Cervantes. Enfrente del lugar donde vivió el gran escritor, prueba la pizza “El Quijote” en Pizzamascalzone para cenar con tus amigos. Cómprate para llevar unas aceitunas del campo, chorizo, manchego y aceite de oliva. El restaurante no es muy elegante, pero a mi parecer, esta pizza de fusión italo-española rivaliza con la comida de los restaurantes de moda de Malasaña o Chueca. Continúa por la calle y éntrate en el Bar La Piola para tomar una copa con los “hipsters”. Siguiendo, pasa por las tiendas y boutiques, especialmente si te interesan los vestidos, la joyería y la ropa vintage como La integral, La intrusa, y Mong.

Cuando alcances la calle de Lope de Vega, dramaturgo y poeta también vecino de este barrio, mira a la derecha al restaurante Vinos y Tapas González. Si te gusta el vino y el queso, este restaurante te parecerá un sueño hecho realidad. (Para los que prefiráis cerveza, esperad – hay algo para vosotros también.) Está amurallado de botellas de vino para cualquier bolsillo. Después de tomar unas copas de vinos distintos, te puedes llevar una botella de lo que más te ha gustado. Como también te puedes llevar todos los quesos que figuran en la carta del restaurante, te recomiendo que pruebes la tabla de quesos españoles. Si tienes cualquier duda o pregunta, verás que los camareros son expertos del vino y si no te gusta lo que has probado, te ponen otro.

Si continúas pasando por la calle vas a ver más tiendas de ropa vintage y, si te apetece la comida internacional, podrás escoger entre un restaurante griego que se llama Dionisis y directamente enfrente un restaurante mexicano, Rosa Negra. Como los demás restaurantes de esta calle, no son muy caros. Ahora cruzarás la calle de Huertas y, si decides salir de marcha, habrás llegado al lugar adecuado. Mientras vayas paseando, procura fijarte en la mezcla de arquitectura nueva y vieja. Lo clásico se codea con lo nuevo. Si prefieres pizza y cerveza al queso y vino, esta zona es para ti. Cerca del final de la calle, hay una pizzateca para ese último montadito que se te antoja, y una tienda que se llama Más que cervezas. Irónicamente, aunque es verdad que venden todo tipo de bebida, el grueso de sus productos son cervezas de todo el mundo.

Ya estás en la plaza de Antón Martín. Si quieres volver a casa, a mano tienes la estación de metro, línea 1. Si quieres ir de fiesta, estás muy cerca de Kapital y Huertas. O si quieres explorar la ciudad más, te recomiendo camines hacia el poniente (el oeste), para ver Lavapiés y La Latina. ¡Que disfrutes!

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