Por Mathias Asheber

Desde el principio, durante mi estancia en España he hecho muchas cosas muy divertidas. Lo que más me ha gustado fue la excursión que hice en septiembre a Cuenca con algunos amigos del programa. Quedamos un día en el comedor de la universidad para comer y hablar de lo que queríamos hacer durante el fin de semana que viene. Uno de mis amigos nos preguntó si nos apetecía hacer una mini-excursión y todos estuvimos de acuerdo. El viaje que hicimos a Cuenca fue uno de los más hermosos que he hecho en mi vida y por eso, os animo a ir cuando estéis en España.

Nosotros quedamos el domingo en la Estación del Sur, una parada del metro que está al lado de Pacífico, y aquí compramos billetes y cogimos un bus que tardó dos horas en llegar a Cuenca por solo 12 euros. Al llegar a la ciudad, bajamos rápidamente y nos dirigimos hacia las casas colgantes, que son unas de las atracciones centrales de la ciudad.

Tomado de http://www.spainheritagecities.com

Pasamos una hora explorando las casas y el castillo que las rodea hasta que nos dimos cuenta de que la catedral de cuenca estaba muy cerca de donde estábamos. Por eso, decidimos entrar en la catedral y vimos una de las catedrales más bonitas de toda España, llena de vidrieras, obras de arte y una abundancia de luz natural.

Cuando terminamos de explorar la catedral, ya eran las cinco y teníamos que coger el autobús de vuelta a Madrid a las seis en punto. Debido a la falta de tiempo, tuvimos que apurarnos para llegar a nuestro último destino. Pasamos de nuevo por las casas colgantes y cruzamos un puente hacia el lado con una montaña pequeña. Hicimos una caminata muy rápida por la montaña y tardamos sólo treinta minutos en llegar a la cima donde conseguimos la mejor vista posible de la ciudad. ¡Os animo subir esta montaña también para que podáis ver todo lo que tiene para ofrecer!

Aprovechad vuestro tiempo en Madrid, y tratad de explorar las comunidades alrededor de la ciudad. Cada una es realmente única y llena de historia del país. Podéis fácilmente tomar una mini-excursión, como nosotros, un día durante el fin de semana y dar una vuelta por las calles y volver a Madrid antes de la cena. ¡No os perdáis esta oportunidad!