La vida con una familia nueva

“Llamad a vuestras familias anfitrionas y decidles que habéis llegado a España.” Inmediatamente las mariposas comenzaron a volar en mi estómago, y los nervios realmente empezaron a aparecer. Sabía que quería estudiar en Madrid desde mi primer año de la universidad, y en el fondo de mi mente, sabía que el programa de Vassar-Wesleyan requiere un alojamiento en familia; sin embargo, simplemente no parecía real hasta este momento. Cuando finalmente marqué el número, sentí que me iba a desmayar y tuve la tentación de colgar el móvil, pero en cuanto escuché la voz de mi mamá española en el otro extremo del teléfono, las palabras salieron de mi boca. Todo lo que dije fue algo como:

“Hola, soy Morgan, y estoy en el aeropuerto aquí en Madrid.”

Fue muy simple porque me dijo que estaba emocionada por conocerme, y ese fue el final de nuestra primera conversación. Tenía unos 45 minutos para prepararme para la primera reunión entre esperar el equipaje y tomar un taxi hasta el apartamento. Tan pronto como estuve afuera de la puerta del apartamento, respiré profundamente y golpeé la puerta. Ella la abrió con una gran sonrisa, me abrazó y me besó en ambas mejillas (preparaos para esto ya que va a pasar mucho). Inmediatamente escuché pasos y una pequeña voz que gritaba mi nombre una y otra vez… “Morgan, Morgan…” Era mi hermano anfitrión de seis años y corrió directo a mis brazos y me dio el mayor abrazo.

Me llevaron a mi habitación, me dieron un recorrido por la casa y luego me dieron algo de tiempo para deshacer mis cosas. Aproximadamente dos horas después, era la hora de la cena (bueno, al menos en España ya que eran casi las 10 de la noche). Este encuentro ideal fue alucinante; había de preguntas sobre mi familia, mis aficiones, los hábitos de estudio, los hábitos de sueño, las comidas favoritas y, por supuesto, respondí a todas estas preguntas preguntando por su familia. Fue una conversación muy entretenida y natural. Mi padre anfitrión volvió hacia la mitad de la cena, hizo la cosa del doble beso y comenzó a hacer preguntas sobre mi vida. Esto fluyó en otra conversación fácil. Durante la cena, mi hermano intervino con pequeños comentarios que hicieron que mi corazón se derritiera. Este primer encuentro superó por completo mis expectativas y definitivamente calmó mis nervios. Me di cuenta de que, si bien mis preocupaciones parecían razonables en ese momento, no tenía nada de qué preocuparme porque esta familia realmente se convertiría en mi sistema de apoyo durante los próximos cuatro meses. Espero que todos tengáis la suerte de ser ubicados con familias tan increíbles, pero los siguientes consejos definitivamente pueden aplicarse a todos.

Logísticas del hogar

Como todos venimos de diferentes tipos de familias y vivimos en una parte diferente del mundo, las tareas diarias como cocinar, comer, ducharse y lavar la ropa pueden ser diferentes. Algunas familias anfitrionas tendrán reglas más estrictas que otras; por lo que es importante hablar con vuestras familias por adelantado; sin embargo, a continuación, encontraréis recomendaciones.

  • Cocinar. Me encanta cocinar y cuando estoy en mi propia casa, cocino todo el tiempo; sin embargo, esa no es mi propia cocina. De inmediato, ella me dijo que la cocina está disponible para mi cuando la necesite. Esto fue tranquilizador; de todas maneras, esto no significa que he estado comprando mis propios alimentos, tomando espacio en la nevera y haciendo un desorden de los cacharros. Interpreté que esta apertura de la cocina significa que puedo ir allí y tomar un tentempié, tomar una bebida y poner las sobres en un tupperware para llevar a la universidad. Todavía es su cocina, así que, por supuesto, es muy importante que la respectéis.
  • Las comidas. Como probablemente ya sepáis, las familias anfitrionas son responsables de proporcionar dos comidas al día, que generalmente son el desayuno y la cena, ya que estaréis en la escuela para la comida. Es importante que les preguntéis cuál es su horario de comidas. Ya que tengo acceso completo a la cocina, tengo todo lo que necesito para prepararme un buen desayuno, que es lo que hago todas las mañanas antes de la uni, pero es posible que, en algunos casos, la familia prepare algo para vosotros para el desayuno. En mi caso, mi mamá anfitriona cocina todas las noches, y alrededor de las 8:30 o las 9:00, comemos juntos. Podéis estar pocos confundidos por qué comemos relativamente temprano, pero recordad que mi hermano anfitrión tiene seis años por lo que no puede quedarse despierto tan tarde. Es extremadamente importante que seáis conscientes y respetuosos de estos tiempos de comida.
  • Ducharse. Dado que hay cuatro personas en la casa que comparten un baño y medio, es importante que yo sea considerada con su horario. Sé que sus días comienzan antes que los míos, ya que normalmente se preparan entre las 8:00 y las 9:00. En los días en los que tengo una clase temprano, me aseguro de que me haya duchado la noche anterior, o si voy al gimnasio para una sesión de entrenamiento temprano, simplemente me ducho allí. Además, trato de no ducharme más allá de las 10:00 por la noche si puedo evitarlo, porque como dije antes, el niño suele estar dormido en este momento. Si bien esto nunca se mencionó en mi casa en Madrid, uso este horario aproximado para planificar mis duchas. También no os quedéis en la ducha por mucho tiempo.
  • Lavandería. En la hoja que recibiréis durante la orientación, encontraréis información sobre cómo funciona la lavandería en sus hogares. En la mía, dijo que lo haría dos veces a la semana para mí, lo cual es extremadamente bueno, pero en mi caso, completamente innecesario. La primera vez que me preguntó si tenía algo para lavar, le expliqué que una vez a la semana sería más que suficiente para mí. Ella es una persona extremadamente organizada con su propia semana de lavandería por lo que me dijo que lo hace todo: lavar la ropa, colgarla para secarla, doblarla y dejarla en mi cama. Todo lo que tengo que hacer es poner mi ropa en el contenedor rojo en la esquina de mi habitación, y cuando esté lista para ser guardado, guardarla en el armario en una manera organizada. Por favor, no os aprovechéis de tener a alguien más lavando vuestra ropa, y limpiad vuestras habitaciones.

Comunicación

Obviamente tenéis 20 y 21 años, por lo que no necesitáis niñeras. Vuestras familias expresamente no están allí para actuar así; sin embargo, dado que estáis viviendo en sus casas, merecen estar informados de vuestros planes generales. No estoy diciendo que necesitáis enviarles un mensaje de texto y decir: “A las 10:45 tengo la clase de Español Coloquial, luego voy a almorzar con amigos en el campus, y a las 2:30 tengo mi clase de Patrimonio Cultural. Voy a ir a casa en cercanías. Llegaré a las 5:00 para cambiarme para ir al gimnasio y luego voy a bañarme y preparar para la cena.” De hecho, le aconsejo que no hagáis esto…lo más probable es que a vuestras familias no les importe saber todo esto. Lo que estoy diciendo es que si sabéis que será una noche tarde y no estáis en casa para la cena, enviadles un mensaje diciéndoles que no deben esperaros.

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Si vais a viajar durante un fin de semana, algo que os recomiendo que intenta hacer es informadles. Digáis algo como: “Estaré en Budapest de jueves a domingo. Mi vuelo sale a las 6:50 el jueves y debería regresar a las 20:00 del domingo.” (Realmente hice este viaje a Budapest, y definitivamente ¡valió la pena el vuelo temprano por la mañana!) Es importante que ellos se lo hagan saber porque técnicamente son responsables de vosotros, así que lo menos que podéis hacer por ellos es informarles de vuestros planes.

 

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Interactuar con ellos

Entiendo que sois estudiantes con deberes, así como también veinteañeros y queréis explorar Madrid y divertiros; sin embargo, creo que cuando estáis en la casa, por supuesto, podéis tener vuestro “tiempo para mí”, pero también debéis tratar de tener conversaciones con vuestras familias. No me entendáis mal; me encanta acurrucarme debajo de las sábanas, ver Netflix (tres programas en español que debéis ver son “Chicas del Cable”, “Velvet” y “Elite”), pero me alegro mucho conversar con mi madre anfitriona sobre nuestros días y los cotilleos interesantes. Mis conversaciones con mi padre anfitrión generalmente consisten en hablar sobre las noticias y otros datos divertidos sobre los lugares que estoy visitando. No solo disfruto tener estas con ellos, sino que también me ayudan a mejorar mi capacidad de escuchar y hablar. Los acentos en Madrid son muy diferentes del español que aprendí en la institución porque hay algunas letras que se pronuncian de manera diferente a como las aprendí y madrileños tienden a hablar muy rápido.

Amo a los niños, así que lo que más me gusta hacer en mi tiempo en el apartamento es jugar con mi hermano anfitrión. Hemos construido pistas para una canica, hemos creado algunas creaciones de Lego, y nos hemos hecho fotos bastante tontas utilizando los filtros en Snapchat. Me parece que hablar con él ha sido extremadamente beneficioso porque aunque tiene seis años, también me ha permitido practicar hablar porque habla despacio. Constantemente me pregunta acerca de mis hermanos, mi color favorito, mi película favorita, etc., y honestamente me ayuda a aumentar mi confianza. ¡Hablad con vuestras familias!Usen_Blog__html_a5d208ca

Tengo mucha suerte de tener una familia que me incluya en algunas de sus excursiones familiares. El primer fin de semana que estuve viviendo con ellos, me invitaron a un viaje de un día a Rescafría, que tiene piscinas naturales. Mi padre anfitrión nos llevó a todos allí. Nos detuvimos en un pequeño pueblo en el cambio de la montaña, donde almorzamos, y ayudé a mi madre anfitriona a elegir un vestido de verano ya que no tuvo tiempo de cambiarse la ropa de trabajo. Tardamos un poco más de una hora en llegar y todo el tiempo jugué juegos con mi hermano, como iSpy, cantamos juntos, y hablamos mucho. Cuando llegamos a Rescafría, encontramos un lugar para sentarnos, fuimos al agua y usamos una taza para atrapar algunos peces, que luego tiramos de nuevo el agua. En general, esta fue una manera realmente excelente de ser yo misma y hablar con ellos. En el camino a casa, el niño durmió sobre mi hombro durante casi todo el viaje en el coche, y desde entonces, se ha referido a mí como su hermana. Ha habido otros momentos en que mi madre tenía planes con algunos amigos y me invitó. Cosas como esta realmente me hacen sentir como parte de su familia. Obviamente, esto no es algo que todos deberían esperar de vuestras familias, pero si os invitan a ir a algún lugar con ellos, aprovechadlo. Ellos no tendrán que preguntaros, y os darán la oportunidad de conocer nuevos lugares, conocer gente genial y divertiros mucho.Usen_Blog__html_f6bb6cac

Sé que acabo de lanzaros mucha información, no espero que después de leer esto vuestras preocupaciones con respecto a vuestras familias anfitrionas desaparezcan; sin embargo, espero que veáis que vivir con una familia que habla un idioma diferente en un país extranjero no es tan aterrador como parece. Escuchadme porque soy una persona que casi tiró el teléfono a través de la zona de recogida de maletas cuando escuché el sonido de la voz de mi madre anfitriona; todo estará bien. Sé que tuve suerte con mi familia, y definitivamente es una razón por la cual mi experiencia ha sido increíble, pero es importante señalar que no es la única razón. Hay muchas cosas que podrás experimentar durante vuestro semestre en Madrid, así que no pensáis que no disfrutaréis si la situación de vuestro alojamiento familiar no es lo que os imagináis. Madrid es fantástico y ¡espero que tengáis el mejor semestre!

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