por Kevin Vo (octubre de 2019)
Como un estudiante de primera generación y de una familia de bajos ingresos, estudiar en el extranjero no me parecía posible por razones financieras. Sin embargo, el Programa de Vassar-Wesleyan ha hecho muy posible la vida y el estudio en Madrid para mí. Para cualquiera que dude de que puede estudiar en Madrid, os ofrezco los consejos siguientes para aliviar vuestras sospechas:
Comida
Aunque la comida en los bares y los restaurantes de Madrid es muy sabrosa, hay que aprovechar el desayuno y la cena proporcionados por vuestra familia anfitriona. No solo ahorráis dinero, sino también pasáis tiempo de calidad con hablantes nativos de español para que mejoréis vuestras habilidades de comunicación en un idioma extranjero. Dicho esto, el programa de VWM os da dinero (llamado “dietas”) para comprar el almuerzo cada día—una buena manera de probar la gastronomía española. Comed a los restaurantes baratos pero muy buenos como 100 Montaditos, Rodilla y Tierra (“el Chipotle de España”). También, muchos restaurantes tienen “el menú del día” por 10 € que incluye un aperitivo, plato principal y postre. El comedor a la Universidad de Carlos III también tiene opciones muy baratos y abundantes; se paga sólo 5,60 € para comer un aperitivo, plato principal y postre. Cuando tengo prisa, simplemente compro un bocadillo en uno de los cafés en el campus por 3,90 €. Incluso McDonald’s (¡de vez en cuando!) ofrece comida muy barata y única de España como las croquetas.
Los bares también son una buena opción para comer algo—normalmente yo voy a bares por la noche para tapear con mis amigos. Uno de mis bares favoritos se llama El Tigre porque hay una ganga en la cual se paga 6,00 € por un trago y un plato grande de tapas. Por lo tanto, cuando todos mis amigos piden algo, ¡tenemos bastantes platos de tapas que nunca terminamos!
Salir por la noche
Una parte común de la cultura estudiantil en Madrid es salir por la noche a bares y discotecas durante el fin de semana (los días más populares son el jueves y el sábado). Sin embargo, esta cultura no es barata—hay que estar consciente de cuánto gastáis en bebidas y entradas de las discotecas. Con respecto a los tragos, es más barato tomar algo en los bares porque los precios de alcohol en una discoteca son astronómicos. Otra opción es ir a las discotecas con barra libre (siempre hay promociones). En cuanto a las discotecas, aprovechaos e inscribíos en las listas de invitados para reducir el precio de la entrada—hay muchas que se puede encontrar en línea.
Académico
Es muy común que los estudiantes de primera generación experimenten el síndrome del impostor mientras estudian en una universidad prestigiosa como Vassar o Wesleyan. Esa sensación también puede suceder en el extranjero, especialmente si no sois hispanohablantes nativos. Si bien personalmente tengo más confianza en las clases de CEH (con otros estudiantes internacionales), hay que seguir dos cursos de “grado” con los españoles, lo que definitivamente me ha desafiado estos últimos meses.
Para una transición más fácil, os recomiendo que habléis con vuestros profesores sobre vuestra situación particular y vuestro nivel de comprensión del español. La mayoría de los profesores españoles son comprensivos y os ayudarán—por ejemplo, uno de mis profesores ya habla más lentamente durante la clase magistral y otra profesora mía me ha ofrecido lecturas adicionales para mejorar mi aprendizaje de la materia. Además, intentad conocer a los estudiantes españoles en los grados porque no solo me han ayudado con los deberes, sino también han facilitado mis habilidades coloquiales de español. Los grados son ciertamente abrumadores, pero han aumentado sin duda mi español académico en las formas que los de CEH no han hecho.
Últimos comentarios
Al ir al extranjero, tenía muchas dudas sobre la seguridad alimenticia, poder salir con mis amigos y manejar un sistema académico diferente. Aunque estudiar en el extranjero normalmente viene con desafíos como los míos, el programa de VWM me ha ayudado a mitigarlos (a través de las dietas, los consejos de la directora, etc.). Y espero que mis propias experiencias os ayuden si decidís inscribiros en este programa.