por Holly Shulman (octubre de 2019)
La experiencia de llegar en otro país, donde sabes que vas a vivir por más de cuatro meses, es escalofriante. Es emocionante, divertido, y arrolladora al mismo tiempo. En mi experiencia, es fácil para ser bastante sobre-estimulado que olvides todos los objetivos que tenía al principio del programa y antes de ir a Madrid, y pasar demasiado tiempo preocupándote de cosas que, al fin del día, no son lo más importantes y no van a ayudarte con tu desarrollo y aprendizaje. Pues, he recopilado una lista de sugerencias y consejos que espero pueden ayudar a los estudiantes del futuro para aprovechar al máximo el tiempo en Madrid.
- Antes del principio del programa, siéntate por una hora (¡o menos!) y escribe una lista de los objetivos para el semestre. Para mi, estos objetivos incluyeron caminar por Madrid mucho y aprender a navegar la ciudad; practicar español mucho; viajar a otros países europeos; y encontrar una manera de formar parte de la cultura y la comunidad madrileña afuera del programa Vassar/Wesleyan. Por lo menos una vez cada dos semanas (o en un horario regular que funciona para ti), mira esta lista y re-enfócate en tus objetivos. También, la lista puede ser fluida: ¡puedes añadir y eliminar cosas mientras el semestre pasa y aprendes mas sobre lo que es razonable e importante para ti!
- ¡Compra un diario, y mantenlo! En muchos años, cuando estés más viejo y vivas en una residencia de ancianos, vas a disfrutar de este libro de aventuras de la juventud. Mi consejo es comprar uno de tamaño pequeño, para que puedes llevarlo contigo en cada lugar dónde vas, en caso de que tengas inspiración en un momento arbitrario. Mi diario es un Moleskin, y siempre lo llevo en mi bolsa cuando estoy caminando por la ciudad.En este punto del semestre (hemos estado en Madrid por casi 11 semanas) y mi diario está mas de la mitad lleno!
- Encuentra una manera para formar parte de la cultura y la comunidad madrileña fuera del programa Vassar/Wesleyan. Sé que ya escribí esto más arriba, pero para mi es el consejo más importante. Piensa en las actividades, pasiones, y pasatiempos que te encantan en tu país nativo y busca grupos o lugares en Madrid donde puedas hacerlos. Esto va a ayudarte de tres maneras: primero, vas a conocer a españoles y tener la oportunidad para practicar tu español; segundo, vas a estar más alegre en general porque tendrás algo en tu vida afuera de la escuela y los amigos que te alegra; y tercero, Madrid se va a sentir más como tu hogar y menos como el lugar donde vives, si hay algo en la ciudad en que estás involucrado. Para mi, esto es mi clase de escritura en la librería Libros para un mundo mejor, en el barrio de Malasaña. Hay siete estudiantes—que van, desde un hombre español que tiene 70 años hasta una chica argentina que tiene 25—y un profesor. Nos sentamos al fondo de la librería cada semana para leer nuestras obras y dar comentarios. Es difícil para mi, por supuesto, porque no hablo español con fluidez, pero todos son apoyos y entienden que estoy escribiendo y hablando en mi segundo idioma. También, me gusta el taller porque la escritura me da una oportunidad para reflexionar sobre mi experiencia aquí de una manera creativa. Abajo, he incluido un fragmento de un ejercicio que hice para una clase, que era escribir una carta a ti mismo cuando tenías siete años. Espero que esto, también, pueda ayudar los estudiantes del futuro.
Esto es la librería donde está el taller de escritura. ¡Es mi lugar favorito en Madrid!
Querida Holly de siete años,
Razones porque no vas a entender esta carta
- Sé que te encanta los fines de semana en el verano cuando tus padres te llevan a las playas de Long Island. Sé que tu madre siempre te dice que debes zambullirse en el océano en un movimiento rápido para que no tengas miedo de la frialdad del agua, pero tu prefieres estar de pie en la zona en que tus pies no tienen suficiente tiempo para ajustarse a la temperatura fría del agua antes de que la ola regresa al mar—la zona en que cada ola envía relámpagos a tus piernas. Sé que, en estos momentos, miras el océano y te preguntas si hay un punto donde termina el agua, y si hay, qué existe allí. Yo tengo las respuestas a estas preguntas, porque vivo en el otro lado del mar. Esto es lo que nos separa: todo el océano Atlántico. Por eso yo sé que no vas a entender esta carta.
- Sé que todo tu mundo existe en inglés. Cuando la gente hispanohablante habla en el subway mientras estás en camino a la escuela con tu madre, te preguntas como estos sonidos musicales pueden tener sentido. Pero esta carta está escrita en los mismos sonidos musicales. Por eso yo sé que no vas a entender esta carta.