por Molly McCarthy
Crea una rutina semanal
Viviendo en un lugar nuevo sin conocer a mucha gente, mucha gente tiene la sensación de que no tienen nada que hacer, ni ninguna cosa para entretenerse con su tiempo libre después de las clases o el trabajo cada día. Esa sensación de vivir sin objetivos causa la depresión. En vez de no hacer nada durante el almuerzo o al final del día, crea una rutina, cosas que haces habitualmente. Eso te ayudará a conocer gente y sentirte más como un parte de la comunidad en la que vives. Una rutina puede tener muchos aspectos diferentes. Puede ser que te guste ir a los mismos lugares para comer todas las semanas Seguro que, si vas al mismo café para almorzar cada día, conocerás a otra gente que también lo visita regularmente. Una rutina también puede ser una serie de cosas que haces cada día. Por ejemplo, después de las clases, yo siempre regreso a mi casa, practico con el violín por una hora, y voy al gimnasio por una hora y media. Después de esto, regreso a mi casa para ducharme, cenar, y hacer trabajo. Esa rutina me mantiene ocupada, y también me ha ayudado a hacer amigos con la gente del gimnasio, quienes tienen rutinas y horarios paralelos a los míos. De esa manera, si encuentras cosas que hacer regularmente, te vas a ayudar a familiarizarte con el barrio en el que vives y también a evitar la depresión de no tener nada que hacer.
Continúa haciendo los pasatiempos que te gustaba hacer antes
Cuando todo tu entorno es nuevo, es importante poner un poco de continuidad en tu vida. Estas cosas funcionan como una conexión a la familiar, a la vida a la que estabas acostumbrada. Cuando yo llegué a Madrid, busqué una tienda de instrumentos, y alquilé un violín. Yo he tocado el violín desde hace dieciséis años, y ser música es un parte muy importante de mi identidad. No quería llevar mi violín cuando crucé el charco, pero tampoco quería pasar meses sin practicar. Continuar con ese pasatiempo me daba un sentido de normalidad. Además, hacer un pasatiempo te puede ayudar a conocer a más gente. ¿Te gusta el senderismo? Hazte miembro de un grupo. ¿Te gusta jugar fútbol? Encuentra un equipo. Tener algo en común ayuda muchísimo a fundar una amistad.