Eva Alarcón (diciembre 2021)
Una de mis experiencias más memorables y gratificantes en Madrid ha sido ver y practicar el arte de aquí. Madrid es una ciudad llena de tantas galerías y museos, por ejemplo, el museo Sorolla que exhibe las pinturas de Joaquín Sorolla en su hermoso palacete. Es mi museo favorito porque es pequeño, tiene muchísimas pinturas bellas de escenas de playa, y tiene un jardín en frente que es perfecto para pasar tiempo y leer. También he disfrutado otros museos más grandes como El Prado y El Thyssen Bornemisza. Todo el arte en Madrid me inspiró a dibujar más, una actividad que no he practicado mucho desde que era pequeña. En Vassar, no he querido apuntarme a clases de dibujo porque parece un poco difícil, un gran compromiso de tiempo y, no tengo mucho talento para ello, aunque me gusta dibujar y pintar por diversión.
En Madrid hay muchísimos edificios y lugares hermosos, por ejemplo el parque del Retiro y una gran variedad de plazas donde me hubiese gustado pasar más tiempo. Al comienzo del semestre compré un cuaderno de bocetos y lápices de dibujo en una tienda local de bellas artes (¡hay muchas en la ciudad!) y comencé a sentarme en diferentes plazas y parques cuando tenía tiempo libre para dibujarlos. Esto no sólo fue una gran actividad relajante y de bajo estrés para distraerme de la escuela y del estrés de ser extranjera en un nuevo país, sino que también me ayudó a conocer mis lugares favoritos en Madrid. También me hice socia del Círculo de Bellas Artes, un centro cultural que tiene una azotea, una biblioteca y talleres de arte (¡y el programa reembolsa completamente las cuotas de socio!). Realizan talleres de dibujo de modelos en vivo todos los días, por lo que al menos una o dos veces por semana después de clase, iba a dibujar. Esta fue una gran oportunidad para mí para practicar dibujo en un entorno de bajo estrés y ha sido una experiencia muy gratificante durante mi semestre en Madrid.