Hacer el Camino de Santiago

Rebecca Dowd (diciembre 2021)

Me encanta caminar. Y Madrid es una ciudad perfecta para ir caminando. Además hay fabulosos espacios verdes en Madrid que descubrir. Desde las rutas de la  Casa de Campo hasta los recorridos por el Parque Quinta de los Molinos. Pero a pesar de la excelente y muy variada oferta de parques, Madrid sigue siendo una ciudad. No soy de una gran ciudad y durante mi estancia en Madrid aprendí que el acceso a espacios verdes grandes es muy importante para mí. Si es tan aficionado como yo, o simplemente le gusta caminar, recomiendo pasar unos días haciendo El Camino de Santiago. 

El Camino de Santiago es una red de rutas, establecida a principios del siglo IX, que durante el reinado de Fernando e Isabel se convirtió en una ruta muy importante para el Cristianismo. Ahora es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO por lo importante que significa el Camino para el Cristianismo. Se trata de un lugar de flujo de peregrinos que contribuye al intercambio de ideas y culturas.

Hay muchas rutas. La más popular es El Camino francés, que comienza en Francia. Las personas que completan esta ruta suelen llevarse un poco más de un mes. La mayoría de los caminos terminan en la gran catedral románica de Santiago de Compostela.

Si camina o monta en bicicleta al menos 100 km en cualquier ruta, obtendrá el título de “La Compostela”, que certifica que has terminado uno de los numerosos tramos de El Camino. Es común hacer 20-30 kilómetros cada día, lo que supone estar alrededor de 6 horas caminando. 

Durante nuestros días de vacaciones, una amiga y yo no tuvimos tiempo para completar una ruta largo como El Camino frances. En lugar de esto, elegimos hacer una ruta tradicionalmente adicional después de llegar a la Catedral: El Camino Finisterre. Son 90 km desde la catedral de Santiago de Compostela hasta el faro de Finisterre, en la famosa Costa de la Muerte. Si buscan una ruta corta, pero preciosa, El Camino Finisterre es perfecto. Tiene un poco de paisaje para todos: bosques, pueblos pequeños, campos, montañas, playas y acantilados. Es completamente posible completarlo en tres días. Aunque, probablemente, sería más fácil hacerlo en cuatro.

Dividimos nuestro viaje en cuatro tramos:

Día 1: Santiago de Compostela a A Peña

30 km. 6 horas caminando. Paisaje: bosques y pueblos rurales

Los más destacados:

  • El almuerzo tuvo lugar en un pequeño pueblo rural: Ponte Maceira. Comimos en un restaurante excelente que daba al río Tambre y a un puente de origen romano.
  • Inclinación pronunciada constante durante una hora. Fue la parte más difícil de todos los días. 
  • Nuestro Albergue: Albergue Rectoral San Mamede da Pena. Tiene una ubicación mirando hacia un valle, y un restaurante donde sirven comida casera y artesanal. Comimos una “cena de peregrinos”, donde todos los habitantes se sientan en mesas grandes y comparten cuencos de lentejas y bizcocho de naranja.

Día 2: A Peña a Olveiroa 

24 km. 5 horas caminando. Paisaje: campos y granjas

Los más destacados:

  • Monte Aro: un ascenso de 50 km pero con vistas espectaculares.
  • Los animales. Vimos ovejas, vacas, cabras, y caballos.
  • La tarta de Santiago en nuestro albergue Casa Loncho. Este dulce es una tarta de almendra, originaria de Galicia. También comimos caldo gallego, una sopa vegetal con patatas y repollo. ¡Riquísimo!

Día 3: Olveiroa a Finisterre (la ciudad)

32 km 

7 horas caminando

Los más destacados:

  • La primera vista del mar. El camino se divide en Hospital entre El Camino Finisterre y El Camino Muxía, y poco después hay una vista del mar. Soy de un pueblo costero y me encanta el océano. Y lo echo mucho de menos durante mi estancia en el interior. La vista del mar y el cambio del paisaje con él, da un sentido de emoción después de 2 días caminando en tierra. Y dos meses sin el mar. 
  • El descenso en Cee y las vistas del mar. Para llegar a la ciudad Cee, se necesita descender de las montañas. Es un descenso muy escarpado, y con cada paso, la costa (y la promesa de un almuerzo con marisco fresco) está más cerca. 
  • Caminar en la playa de Langosteira. La playa es de 2.8 km. Técnicamente el camino es un camino pavimentado que está al lado de la playa. Pero es mucho mejor quitar los zapatos y sentir la arena y el agua con los pies. Especialmente si están muy hinchados, como los míos después de tanto andar.

Día 4: Finisterre a Faro de Finisterre 

3.3 km

1.5 horas caminando 

Los más destacados:

  • El amanecer. Decidimos guardar la parte final para nuestra última mañana en Galicia. Nos despertamos muy temprano y caminamos al lado de los acantilados, viendo como el sol se levanta al otro lado de la bahía detrás de las montañas. Era espectacular y recomiendo mucho hacer este paseo.
  • El faro de finisterre. El final del camino Finisterre es un cabo donde el mar está por todos los lados: el fin del mundo. Sentarse un rato, y admirar la costa de muerte, donde muchos barcos naufragaron en las rocas, Para evitar esto, se construyó un faro.
  • La napolitana. Comimos en el café del hotel O Semaforo, con una vista panorámica de la costa. Los pasteles llegaron frescos de la panadería, y comimos napolitanas ricas y bebimos té y café, con una vista increíble de las montañas. 

En fin, recomiendo mucho hacer una pequeña expedición por El Camino. Hay similitudes entre una peregrinación y estudiar en el extranjero. O por lo menos respecto a mis metas en Madrid. Una peregrinación es un viaje a un lugar nuevo, donde la gente busca el significado sobre de su vida y del mundo a través de una gran experiencia. Me parece estupendo aprender más sobre las tradiciones y cultura de España. Y ver una España muy diferente de lo que encontramos en Madrid y otras ciudades que visitamos.

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