Ir de compras como actividad social

Julia Rumberger (mayo 2022)

Ir de compras. Es algo trivial, ¿no? Bueno, ir de compras fue algo muy significativo en Madrid. Para entender mi razonamiento, sigue leyendo.

Al principio de mi experiencia aquí en España, hablar casualmente fue más difícil que hablar de manera formal. Estaba acostumbrada a hablar de una manera más formal, porque el lugar en que hablé más español en los EEUU fue en mis clases de español de Wesleyan. Allí, por razones obvias, necesitaba hablar de una manera relativamente formal.

Pero aquí en la conversación del día a día, mucha gente usa la jerga o el argot juvenil o callejero que mis profesores evitan en clase. Entonces, hablar con los empleados de las tiendas ha resultado ser algo importante para mejorar mis habilidades de hablar un castellano informal. A pesar de que esta actividad es relativamente mecánica para mí en los EEUU, en Madrid he aprendido mucho sobre las complejidades de la lengua.

Además, ir de compras me ha permitido explorar mi barrio. He vivido en Malasaña, que creo es uno de los barrios más guais de Madrid. Pero, si no fuera de compras, no hubiera podido encontrar muchos de los cafés y restaurantes que ahora son mis favoritos. Además, no hubiera encontrado gente muy interesante, tanto en las calles como en las tiendas, que me ofrecieron muchos consejos sobre las mejores actividades culturales de toda la ciudad.

Por todo eso, ir de compras ha resultado ser una actividad muy beneficiosa e interesante en Madrid. Recomendaría a los estudiantes del futuro probarlo, especialmente en las tiendas vintage de Malasaña. ¡No vais a quedar decepcionados!

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