Participar en la cultura sociable de Madrid a través del deporte

Ella Pearl (mayo 2022)

Una de las cosas más desafiantes, pero también más gratificantes, durante mi estancia en Madrid fue la decisión de jugar al hockey sobre hierba. Mientras yo juego mucho hockey con mi equipo en Vassar y es una gran parte de mi vida, la idea de jugar con gente que habla español, sin amigos, daba miedo. Además, todos los campos de hockey están muy lejos del centro de Madrid, y tendría que utilizar el Cercanías en una nueva zona. Sin embargo, yo sabía que me arrepentiría de no haberlo intentado.

Encontré un equipo amateur que se llama Las Naranjas y participa en partidos informales cada fin de semana (https://www.hockeymadrid.com/). A través de esta experiencia, conocí a gente de muchas edades diferentes de todo el mundo: España, Argentina, Chile, Ámsterdam, Inglaterra…. Cada vez que yo iba al “Campo de Hockey hierba Las Cruces Carlos del Coso” a pesar de mi ansiedad de antes, me sentía increíblemente acogida. Gente diferente se acercaba para hacerme preguntas y la gente siempre daba choques de manos durante y después de los partidos. Para mí, la cultura social en España, específicamente en Madrid, es mucho más amable e inclusiva que la cultura en Estados Unidos. Y Las Naranjas representan la cultura de la amabilidad e inclusión en Madrid que he sentido durante mi estancia aquí.

Además, jugando al hockey con Las Naranjas, conocí a tres chicas que asisten a universidades pequeñas en Estados Unidos (Smith College, Hamilton College y Skidmore College) y juegan al hockey, como yo. Dos de las tres chicas están en equipos contra los que mi equipo juega, y las veré este otoño cuando juguemos contra Skidmore College y Smith College. También conocí a una chica que se licenció en Bates College y estudió la carrera universitaria como extranjera en Madrid y ahora vive y trabaja aquí.

Aunque solo podía ir pocas veces durante el cuatrimestre, fue una de las experiencias más especiales de mi estancia en España. Practicar deportes siempre ha sido una manera en la que puedo conectar con gente a lo largo de mi vida. Además, no solo jugamos al hockey, también después de cada partido íbamos a un bar cerca para tomar copas, lo que me dio otra oportunidad para hablar y conectar con gente que no habría conocido de otra manera.

Existe una cultura en Madrid de conexión social que nunca he experimentado en mi vida. Siempre hay gente en las calles tomando copas y comiendo con amigos. Parece que la gente nunca está con sus móviles cuando están en un entorno social, a diferencia de Estados Unidos. Me encanta la cultura social de Madrid y me alegro de haberme desafiado a mí misma para formar parte de ella. Echaré de menos esta cultura muchísimo.

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